viernes, 7 de junio de 2013

10. Homero

Literatura Griega. on PhotoPeach Homero es el nombre dado al aedo griego antiguo a quien tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales poesías épicas griegas — la Ilíada y la Odisea—. Desde el periodo helenístico se ha cuestionado si el autor de ambas obras épicas fue la misma persona; sin embargo, anteriormente no sólo no existían estas dudas sino que la Ilíada y la Odisea eran considerados relatos históricos reales.

En la figura de Homero confluyen realidad y leyenda. La tradición sostenía que Homero era ciego y varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento: QuíosEsmirnaColofónAtenasArgosRodasSalaminaPilosCumas e Ítaca.

Se considera que la mayor parte de las biografías de Homero que circularon en la antigüedad no contienen ningún dato seguro sobre el poeta. Sin embargo, suele admitirse que su lugar de procedencia debió ser la zona colonial jónica de Asia Menor, basándose en los rasgos lingüísticos de sus obras y en la fuerte tradición que lo hacía proceder de la zona. El investigador Joachim Latacz sostiene que Homero pertenecía o estaba en permanente contacto con el entorno de la nobleza. También persiste el debate sobre si Homero fue una persona real o bien el nombre dado a uno o más poetas orales que cantaban obras épicas tradicionales.


OBRAS QUE LE FUERON ATRIBUIDAS 


Además de la Ilíada y la Odisea, a Homero se le atribuyeron otros poemas, como la épica menor cómica Batracomiomaquia (‘La guerra de las ranas y los ratones’), el corpus de los himnos homéricos, y varias otras obras perdidas o fragmentarias tales como Margites. Algunos autores antiguos le atribuían el Ciclo épico completo, que incluía más poemas sobre la Guerra de Troya así como epopeyas que narraban la vida de Edipo y guerras entre argivos y tebanos.
Los historiadores modernos, sin embargo, suelen estar de acuerdo en que la Batracomiomaquia, el Margites, los himnos homéricos y los poemas cíclicos son posteriores a la Ilíada y la Odisea.

LA CUESTIÓN HOMÉRICA
Se denomina cuestión homérica a una serie de incógnitas planteadas en torno a los poemas homéricos. Entre los interrogantes más debatidos se encuentran quién o quiénes fueron sus autores y de qué modo fueron elaborados.
Los investigadores están generalmente de acuerdo en que la Ilíada y la Odisea sufrieron un proceso de estandarización y refinamiento a partir de material más antiguo en el siglo VIII a. C. Un papel importante en esta estandarización parece que correspondió al tirano ateniense Hiparco, quien reformó la recitación de la poesía homérica en la festividad Panatenea. Muchos clasicistas sostienen que esta reforma implicó la confección de una versión canónica escrita.
LA ODISEA
La odisea es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a. C., en los asentamientos que Grecia tenía en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática). Según otros autores, la Odisea se completa en el siglo VII a. C. a partir de poemas que sólo describían partes de la obra actual. Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo (Ulises en latín) tras la Guerra de Troya. Además de haber estado diez años fuera luchando, Odiseo tarda otros diez años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Odiseo), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.

HIMNOS HOMÉRICOS

Los himnos homéricos son una colección de 32 a 34 poemas épicos cortos griegos, que en la antigüedad solían atribuirse a Homero.
En la actualidad, se considera que el más antiguo de ellos, el dedicado a Deméter, fue escrito en el siglo VII a. C., en tiempos de Hesíodo, algo más tarde que la fecha normalmente atribuida a Homero. Esto los sitúa entre los más antiguos monumentos de la literatura griega.
Cada uno de los himnos está dedicado a un dios y destinado a ser cantado por un aedo como preludio o proemio (en griego, προοίμιον: prooimion) antes de pasar a uno más largo. Los himnos varían ampliamente en longitud, siendo algunos tan breves como tres o cuatro líneas, mientras que otros exceden las quinientas. Estos himnos alaban a deidades concretas en hexámetros dactílicos, la métrica usada en las épicas homéricas.



Los himnos están dedicados a:

  1. Dioniso
  2. Deméter
  3. Apolo
  4. Hermes 
  5. Afrodita
  6. Ares
  7. Artemisa
  8. Atenea
  9. Heracckes
  10. Asclepio


jueves, 6 de junio de 2013

9. Novela griega

La novela como género literario parece haberse desarrollado, si nos olvidamos de precedentes en la literatura egipcia como la Historia de Sinuhé, que es del siglo XX a. de C., ya en Época helenística; el resto más antiguo es la novela de Nino, de la segunda mitad del siglo I d. de C., pero floreció especialmente desde el renacimiento aticista del siglo II d. de C.

CARACTERÍSTICAS

La novela griega es pobre a la hora de trazar caracteres si la comparamos con las novelas romanas, las orientales o las novelas occidentales actuales, que son consecuencia de una mentalidad individualista típicamente burguesa, pero es rica en complicaciones argumentales. Sus antecedentes pueden verse en las Historias milesias de Arístides, relatos breves y picantes que escandalizaron a los Partos, a la manera de un Decamerón de la época, cuando los descubrieron entre el botín después de la derrota romana de Craso en Carras, el año 53 a. de C., pero también en las epopeyas; de hecho, algunos consideran a la Odisea de Homero la primera novela griega. Como las novelas occidentales, las griegas nacieron de la degradación de los mitos épicos, primero en forma de novela histórica y luego en forma de novelas más o menos verídicas de viajes peligrosos. De sus autores sabemos poco, salvo que solían tener conexiones con Oriente: paradójicamente, lo más característico de las novelas griegas es su carácter no griego en cuanto a autores y gran parte de su contenido, quizá porque el Helenismo había ampliado mucho el horizonte de la cultura griega. Pero lo realmente propio del argumento es la separación de dos amantes que escapan por poco de una serie de espantosos peligros y adversidades; y el reencuentro de ambos, con un final feliz al término de la obra.

NOVELAS

-Dafnis y Cloe.

Es la única obra conocida del novelista griego del siglo II Longo.

Dafnis y Cloe, dos niños encontrados por pastores, se crían juntos y nace entre ellos un mutuo amor que ninguno sospecha. El desarrollo de esta simple pasión representa el principal interés, y hay pocos incidentes. Cloe es secuestrada por un pirata, y finalmente recupera a su familia. Los rivales perturban la paz de Dafnis, pero ambos amantes son reconocidos por sus padres, y regresan a una feliz vida de casados al campo.




8. Novela bizantina.


ORIGEN

Los orígenes de la novela bizantina se remontan a la Grecia helenística de principios del siglo III d. C., en que el escritor griego Heliodoro de Émesa compuso la obra clásica del género, las Etiópicas o Teágenes y Cariclea. Este y otros autores de su tiempo como Aquiles Tacio y su Leucipa y Clitofonte fueron traducidos en Europa durante el Renacimiento y sirvieron de modelo para que se recrease el género en los siglos XVI y XVII, en que este género, a causa de su origen griego, fue considerado una especie de épica en prosa por los preceptistas.

CARACTERÍSTICAS

La expresión designa un tipo de relato surgido en la literatura griega y cuya estructura y argumento responden a un esquema común: dos jóvenes amantes, que desean casarse, encuentran graves obstáculos que se lo impiden: forzada separación, viajes peligrosos, naufragios, cautiverio, etc. hasta que, finalmente, consiguen la realización de sus anhelos al encontrarse y comprobar, con satisfacción, que su amor ha permanecido fiel y se ha fortalecido en medio de tantas pruebas y contratiempos arriesgados.



Se trata, pues, de un género de estirpe clásica. Los valores descubiertos en cuanto a la técnica narrativa: verosimilitud de la acción y descripción de espacios, verdad psicológica de los personajes, ingenio de la composición, comienzo in medias res (como en la poesía heroica), etc. y, sobre todo, en el contenido: visión moralizadora de la vida, exaltación del amor casto y de los afectos puros promotores de felicidad, castigo del amor ilícito, abundancia de máximas y sentencias, etc., convierten a estas obras en el modelo ideal de lectura humanista frente a la invasión de la literatura caballeresca.


OBRAS REPRESENTATIVAS


El primer español en crear una novela bizantina fue Fernando Alonso con su Historia de los amores de Clareo y Florisea, y los trabajos de la sin ventura Isea (1552), bastante influida por la novela de Aquiles Tacio, que pretende imitar.
Siguió luego la Selva de aventuras, de Jerónimo de Contreras (1565) y El peregrino en su patria (1604), de Lope de Vega, que se singulariza por nacionalizar el género haciendo que casi todos los viajes y aventuras transcurran dentro de la misma España e incluir poemas y autos sacramentales.
También Miguel de Cervantes sintió el encanto del género y lo cultivó en dos de sus Novelas ejemplaresLa española inglesa y El amante liberal, e incluso la última novela que llegó a componer,Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617), pertenece a este género.
La anónima Los amantes peregrinos Angelia y Lucenrique, compuesta entre 1623 y 1625; Historia de Hipólito y Aminta (1627), que llegó a alcanzar cuatro ediciones, de Francisco de Quintana,Historia de las fortunas de Semprilis y Genorodano (1629), de Juan Enríquez de Zúñiga, Eustorgio y Clorilene, historia moscóvica (1629), de Enrique Suárez de Mendoza y Figueroa, marcan la madurez del género.
Después, la novela bizantina adquirió una gran carga alegórica y moral que impulsó su crisis como género narrativo. Esta etapa la testimonian obras como el León prodigioso (1634) yEntendimiento y verdad (1673) de Cosme Gómez Tejada de los Reyes, y El Criticón (1651, 1653 y 1657) de Baltasar Gracián.

LITERATURA BIZANTINA

Literatura del Imperio romano de Oriente, también conocido como Imperio bizantino. Está escrita fundamentalmente en griego, aunque ciertas obras escritas en latín, como el Corpus Juris Civilis, pueden ser también incluidas. La literatura bizantina incluye en parte la moderna literatura griega que comienza en el siglo XI.


La más vieja de esas tres civilizaciones es la griega, centrada no en Atenas sino en Alejandría y la civilización helenística. Alejandría durante este periodo es el centro de los estudios áticos y de la vida greco-judía, mirando tanto hacia Atenas como hacia Jerusalén. El período bizantino permite este dualismo intelectual entre la cultura de los eruditos y la del pueblo.
Incluso la literatura helenística muestra dos distintas tendencias, una racionalista y erudita, la otra romántica y popular: la primera originada en las escuelas sofistas alejandrinas y que culminó en la retórica romántica, la última enraizada en la idílica tendencia de Teócrito y culminada en la novela idílica. Ambas tendencias persisten en Bizancio, pero la primera, como la oficialmente reconocida, mantuvo su predominancia hasta la caída del imperio.

El movimiento lingüístico reaccionario conocido como Aticismo sostuvo e impuso esta tendencia académica. El aticismo prevaleció desde el siglo II a. C. hacia delante, controlando toda la posterior cultura griega, la forma viva del idioma griego fue oscurecida y ocasionalmente encontró expresión en los documentos privados y en la literatura popular.